ROSARIO YÁÑEZ

Fuimos hasta el dormitorio de Eduardo y las soltamos, cuando El abrió la puerta y entró, todas las mariposas salieron y el se asusto creyendo que eran bichos que lo atacaban. Ataques de risa con la Cata y la Naty. Nos persiguió por la parcela y nos amarro a un bote plástico y nos tiro con su moto por el pasto recién mojado. Quedamos todas embarradas. Pero no importo, fue una tarde maravillosa.